O.M-R. – En el contexto de las próximas elecciones europeas y el debate sobre el futuro de Europa, entrevisto a Mauro Casarotto, secretario del Comité Promotor de la Alianza Federal de los Federalistas Europeos, FAEF, en sus siglas en inglés. Nacido en Italia en 1981, se graduó en ciencias políticas y relaciones internacionales en la Universidad de Padova y tiene una larga experiencia en el sector no gubernamental. En 2014 publicó Krisis. Che cosa nasconde la più grande crisi del mondo occidentale (Armando Editore), donde explora algunas de las causas y posibles soluciones a la crisis del mundo occidental, que, para él, es, ante todo, una crisis social y cultural. Europeo convencido, decidió implicarse en la aventura de ‘federar a los federalistas’ bajo un paraguas común ante el auge del nacionalismo y el populismo en Europa. Como parte de FAEF, Casarotto está decidido a defender el legado de años de ardua construcción europea, así como contribuir a convertir a Europa en una verdadera federación, actuando ‘desde abajo’.
Le pregunto qué es el federalismo, por qué a menudo se presenta como una estructura política más democrática, pero también por qué parece tan difícil propiciar un verdadero debate sobre este modelo político en Europa y qué propone FAEF para conseguir más atención de los medios y la opinión pública.
¿Podrías explicarme, en pocas palabras, la diferencia entre la estructura actual de la UE y el tipo de Europa federal que promueve FAEF?
En una federación tienes un organismo federal y varios estados miembros soberanos. Los estados miembros comparten su soberanía con el organismo federal y le piden que se encargue de un conjunto limitado de poderes específicos (por ejemplo, defensa y política exterior, inteligencia, legislación general de derechos civiles, protección ambiental, moneda, etc.). Todas las demás áreas quedan en manos de los estados miembros. La federación se ocupa únicamente de los intereses comunes de todos los estados miembros; intereses y retos que no pueden ser resueltos por los estados individualmente. La actual UE no es una federación, sino un sistema intergubernamental. No se basa en una constitución, sino en tratados o acuerdos en áreas políticas concretas. Si los gobiernos llegan a un acuerdo, pueden tomar cualquier decisión dentro del Consejo Europeo [que reúne a los Jefes de Estado y de Gobierno], sin ninguna restricción, porque, a diferencia de un sistema federal, no tienes una constitución que defina claramente los límites de los poderes del gobierno federal.
Porque, incluso si ahora mismo tenemos un Parlamento Europeo cuyos miembros son elegidos por los ciudadanos europeos, todas las decisiones importantes las toman los Jefes de Gobierno en el Consejo Europeo, en reuniones a puerta cerrada. A veces toman decisiones que erosionan la soberanía de los países, incluso en áreas donde esto no es necesario y de ahí viene el déficit democrático. Y, por otra parte, si no se ponen de acuerdo en nada, no pueden tomar decisiones y tenemos la parálisis actual. Esto es lo que ha llevado al Brexit y a la desafección hacia la UE.
¿Por qué es difícil para la ciudadanía entender en qué consiste el federalismo?
¡Porque nadie se lo explica! Y es una lástima; una enorme falta de conocimiento constitucional, político y sociológico, si consideramos que el federalismo forma parte de la herencia filosófica de Europa y que, por ejemplo, se desarrolló en los Estados Unidos de América hace más de dos siglos a partir del pensamiento de filósofos europeos como Kant, Montesquieu, Locke, Rousseau, Althusius y otros.
¿Quién quiere hoy una Europa federal?
Si piensas que hay cuestiones para las que el poder y la capacidad de acción de nuestros pequeños estados individuales europeos ya no es suficiente es probable que estés a favor de una cooperación sólida y justa entre ellos. Ésta debe incluir un órgano administrativo y de gobierno que se ocupe de los intereses comunes dentro de un sistema democrático de verdaderos cheques y balances. ¿Estás de acuerdo con esto? Probablemente, sí. Al mismo tiempo, es posible que pienses que cada país debe mantener su autonomía, salvaguardar sus singularidades, cultura, instituciones, idioma, etc. todo lo cual es bastante razonable. En ese caso, eres es un federalista y estás a favor de la federalización de Europa.
¿Una estructura federal en Europa ayudaría a abordar cuestiones apremiantes como el cambio climático y las migraciones mejor?
Invierto la pregunta. ¿Es posible resolver la crisis migratoria y luchar contra el cambio climático si los estados tratan estos retos por su cuenta, sin ninguna coordinación entre ellos o con enfoques diferentes, tal vez incluso en conflicto? Nadie puede ser tan ingenuo como para pensar esto. Sólo una Europa federal desplegará suficiente masa crítica y capacidad de coordinación para desarrollar acuerdos justos sobre estas cuestiones fundamentales junto con los demás actores globales principales. Un jugador pequeño y dividido no tendrá poder en la futura estructura global.
Algunos piensan que una Europa federal significa que los países pierden susrasgos propios y se funden en una entidad política homogénea. ¿Es así?
No, una federación no es un superestado que suprima las especificidades de los estados miembros. Porque, si la constitución federal se construye de la manera correcta, existe una barrera entre el conjunto limitado de poderes que los estados miembros comparten con el organismo federal y los poderes que los estados miembros conservan. El gobierno federal no puede traspasar esta barrera porque la constitución no lo permite. Aunque, desafortunadamente, esto sí es posible conforme al artículo 352 del Tratado intergubernamental de Lisboa, actualmente vigente: los gobiernos pueden emitir un nuevo tratado o acuerdo en cualquier momento y regular cualquier aspecto de la vida de cada uno de los países. No tenemos esta barrera y el débil control del Parlamento Europeo es insuficiente para evitar los abusos.
Si una Europa federal beneficiaría a los europeos de a pie y les permitiría, al mismo tiempo, mantener sus identidades nacionales, ¿por qué es tan difícil lograr que tanto la idea como el debate federal prendan entre una mayoría de ciudadanos?
Nuevamente, debido a la falta de conocimiento, teniendo en cuenta que incluso muchos políticos no tienen una idea clara de lo que realmente es el federalismo y lo confunden con más ‘intergubernamentalismo’. El 99 por ciento de los políticos no sabe lo suficiente sobre federalismo y de los pocos que sí conocen el tema, algunos se sienten desalentados. Consideran que se ha convertido en una palabra pornográfica, dado que el debate político está corrompido por la falta de conocimiento y la necesidad de narcotizar las campañas electorales con el atractivo de promesas rápidas, simplistas e inmediatas para ser elegidos. De eso va el populismo, después de todo.
¿Cuál es el papel de FAEF en este sentido?
Explicar el federalismo y el potencial de su correcta aplicación a los ciudadanos europeos. También necesitamos crear una federación que incluya a todas las organizaciones que están a favor de una Europa más unida y más fuerte para que podamos coordinar nuestras fuerzas y mostrar en la práctica lo que el federalismo es en teoría. Después de todo, si los federalistas no consiguen federarse a sí mismos, ¿cómo pueden pedirles a los países que se federen?
Concretamente, ¿cómo crees que se puede llegar a las generaciones más jóvenes e involucrarlas en el debate sobre el federalismo?
Hablando honestamente con los jóvenes, respondiendo a sus preguntas, involucrándolos a través de medios tradicionales como la enseñanza en los colegios, conferencias, libros y también con nuevos medios como las redes sociales. El federalismo no es una ciencia espacial, tan sólo la correcta aplicación de unos cuantos conceptos lógicos clave que ya forman parte del patrimonio cultural europeo.
Una de las integrantes de FAEF, Catherine Guibourg, sugiere que la literatura y el teatro son medios poderosos para explorar Europa, sus desafíos y posibilidades. ¿Tenéis alguna idea o proyecto al respecto?
Sí, Catherine ha escrito una obra teatral titulada Nous, le peuple européen: six personnages en quête d’Europe (Nosotros, el pueblo europeo: seis personajes en busca de Europa), que ahora mismo está funcionando muy bien en Francia. Este es un enfoque diferente para involucrar a la gente, discutir con ella sobre Europa y el federalismo como una posible solución. Necesitamos una discusión franca, que involucre no solo al establishment, sino a toda la sociedad civil.
Muchas personas temen el resultado de las próximas elecciones europeas –específicamente, la consolidación de una poderosa alianza de extrema derecha en el Parlamento Europeo. ¿Cómo aborda FAEF las elecciones y qué espera de ellas?
No somos un partido. No nos postulamos para elecciones ni hacemos campañas electorales. La naturaleza de FAEF es implicar a todos los movimientos que están a favor de una Europa más unida. Provengan de la izquierda, el centro o la derecha, sean progresistas, conservadores o liberales, siempre que sean democráticos y políticamente responsables y estén de acuerdo con el objetivo de crear una Federación Europea. En tanto movimientos soberanos son libres de participar en elecciones o apoyar campañas electorales. Mientras tanto, nosotros jugamos un papel diferente.
Europa, la primera economía mundial, es en realidad como un Ferrari con un motor de hace 70 años en su interior que simplemente no funciona en un coche de lujo moderno. Este viejo motor es el sistema intergubernamental. Necesitamos cambiarlo antes de que sea demasiado tarde.
Olivia Muñoz-Rojas
Puedes leer la entrevista original en inglés en el blog de la autora.